Los dos sectores coinciden en confluir en una lista de
unidad, pero no a cualquier precio. El debate por el nombre de la alianza
electoral y los nombres en carpeta para competir.
El sector K resolvió que Cabandié (centro) sea propuesto candidato junto a Gabriela Cerruti.
Mientras cada día se quita una hoja del calendario y llega
el momento de las definiciones electorales de cara a las legislativas, el
peronismo porteño está en la encrucijada por la estrategia a adoptar. La Cámpora
y Nuevo Encuentro plantean un armado que refleje una reafirmación de la
identidad cristinista, en tanto que el PJ porteño y el Movimiento Evita
proponen un frente abierto también a dirigentes del progresismo y del peronismo
no K.
Los dos sectores coinciden en la vocación de confluir en una
lista de unidad, pero no a cualquier precio, por lo que el escenario seguirá
abierto, posiblemente hasta el límite del cierre de las listas legislativas.
El pasado 19 de abril el sector K, que tiene como base de
operaciones para llevar adelante su plan de campaña el Instituto Patria, hubo
un encuentro en el que asistieron Axel Kicillof, Nilda Garré, Carlos Heller y
Carlos Tomada, entre otros. Este grupo resolvió que Juan Cabandié, de La Cámpora;
y Gabriela Cerruti, de Nuevo Encuentro, sean los candidatos propuestos para
encabezar las listas del Frente para la Victoria en la categoría de diputados
nacionales, aunque dicen que eso está sujeto a las negociaciones que se den con
el espacio que articula el jefe del PJ porteño, Víctor Santa María, junto a
Daniel Filmus, de la Corriente Nacional de la Militancia, y Jorge Taiana, del
Movimiento Evita.
Si llegan a congeniar una lista de unidad, la pretensión del
cristinismo es, por un lado, que la alianza electoral siga llamándose Frente
para la Victoria, y, aún más importante, que los principales lugares de la
lista –los primeros tres o cuatro- sean ocupados por dirigentes que una vez que
desembarquen en el Congreso integren el bloque FPV-PJ.
Para la lista de legisladores, quieren que la boleta sea
encabezada por Mariano Recalde, de La Cámpora, secundado por Victoria
Montenegro, de Kolina, y José Cruz Campagnoli, de Nuevo Encuentro. Y algunos
lugares más abajo podrían aparecer Leandro Santoro, de Los Irrompibles; Pablo
Ferreyra, de Proyecto Popular; y Lorena Pokoik, de Unidos y Organizados.
Uno de los integrantes que frecuenta las reuniones del
Instituto Patria, citado por la agencia Noticias Argentinas, explicó: “La idea
es reafirmar la identidad de los doce años de kirchnerismo. Diluir el liderazgo
kirchnerista, como proponen ellos, diluye la posibilidad de que exista otro
polo en Argentina que pretenda una alternativa al proyecto neoliberal”.
En tanto que el peronismo orgánico, que conduce Santa María,
propone abrir el juego a corrientes del peronismo que no tienen el visto bueno
de La Cámpora, como las que encabezan Alberto Fernández y Juan Manuel Olmos, y
también de sectores progresistas de conflictiva relación con el kirchnerismo,
como Proyecto Sur de Fernando “Pino” Solanas y Unidad Popular de Claudio
Lozano.
El PJ Capital propone abrir el juego a otras corrientes del peronismo. Filmus, el que mejor mide en ese espacio.
No obstante, estas dos últimas fuerzas políticas, que años
atrás se encolumnaron en el Frente Amplio Progresista, no están convencidas de
integrar un frente hegemonizado por el kirchnerismo, al tiempo que habrían
menos trabas para sumar al armado a Patria Grande, del economista Itaí Hagman,
y al Partido del Bien Común, de Gustavo Vera, cercano al Papa Francisco.
Para el núcleo duro kirchnerista, ninguna de estas fuerzas
del arco progresista tienen un peso específico que amerite modificar el nombre
de la alianza electoral, aunque por lo bajo reconocen que el asunto, “no está
resuelto”.
Con relación la idea de denominarlo “Frente Ciudadano”, el
peronismo porteño recuerda que fue la propia Cristina Fernández de Kirchner
quien a comienzos del 2016 instruyó a sus segundas líneas a construir nuevas
mayorías en el marco de un “Frente Ciudadano” donde la línea de corte no sea la
adhesión o no al kirchnerismo.
“Nosotros estamos trabajando en generar un frente mucho más
amplio con sectores que estuvieron en posiciones diferentes pero que coinciden
fundamentalmente en una mirada progresista y popular, y en proponer un modelo
alternativo al que está llevando adelante Macri”, comentó un hombre clave en el
armado del peronismo porteño, citado por la agencia NA.
Asimismo, explicó que el hecho de que haya una lista
integrada exclusivamente por dirigentes del Frente para la Victoria no es
garantía de lealtad incondicional, como “demostró el caso de (Diego) Bossio)” y
que en lugar de discutir el origen político de cada uno de los dirigentes, “lo
importante es poner sobre la mesa un programa” que todos se comprometan a
respetar si son electos.
Respecto del ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, quien es
tenido en cuenta en el armado, no apoyó ni la ley “a favor de los fondos buitre”
ni ninguna otra política del Gobierno Nacional “en contra del pueblo”.
Pero, a pesar de los principales gestos públicos de
acercamiento que viene realizando Fernández, el kirchnerismo duro sigue
desconfiando del ex ministro coordinador, quien en los últimos tiempos tomó
distancia del Frente Renovador de Sergio Massa pero sin anunciar una ruptura
con ese espacio.
“Si parte de la alianza que proponen es con el Frente
Renovador, que fue funcional al plan de ajuste de Macri, entonces se diluye el
perfil opositor que nosotros queremos que tenga el FpV”, afirmó la fuente, que
incluso aventuró que una lista encabezada por Fernández terminaría restando
volumen electoral.
Por lo pronto, las encuestas posicionan a Daniel Filmus como
el candidato más competitivo del Frente para la Victoria, por encima de Cabandié,
Cerruti y Taiana. Incluso se especula con que podría ser el factor de unidad
entre las dos partes en una eventual lista conjunta, ya que el ex ministro de
Educación de la Nación es respetado por Cristina y sigue reivindicándose
kirchnerista cada vez que le preguntan.
Un dato no menor: Filmus fue parte de los dirigentes
kirchneristas porteños que en enero pasado fue invitado por la ex mandataria a
su casa de Río Gallegos para conversar sobre la construcción de una nueva
alternativa política en la Ciudad.
Nota con despacho de agencia Noticias Argentinas
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