Tras cinco meses de obras, el Templo Libertad, del barrio
porteño de San Nicolás, luce nuevamente como en 1932. Puede ser visitado y es
Monumento Histórico Nacional.
(Foto cortesía Instagram @matiasfolatre)
El Templo Libertad, la sinagoga más antigua de Buenos Aires, ubicada en el
barrio porteño de San Nicolás, recuperó el esplendor de cuando se inauguró, en
1932, luego de cinco meses de obra para la puesta en valor de la fachada, que abarcó
también al Museo Judaico de la República Argentina, dos íconos de la Ciudad que
atraen a turistas del país y el mundo por su arquitectura e historia.
Las obras de la sinagoga de la calle Libertad entre 769 al
785 demandaron un costo de algo más de cinco millones de pesos, y están en la
fase final, lo que no impide visitas durante
los días de semana, presenciar conciertos o participar de ceremonias religiosas
que pueden estar a cargo del ministro de Ambiente de la Nación, Sergio Bergman.
El frente del edificio, de estilo románico o bizantino con
arcos de medio punto que enmarcan una enorme Estrella de David y el candelabro
de siete brazos, está protegido por un andamio que permite el trabajo de los
albañiles que reconstruyen la Piedra Paris, símil piedra de argamasa o revoque.
“Todos los años, en la Noche de los Museos nos visitan unas
tres mil personas, mientras que en la semana lo hacen muchos turistas que
recorren la Ciudad”, contó a la agencia de noticias Télam el director
institucional y cantor litúrgico del Templo, Hernán Rustein. El tenor explicó
que el Templo es de la misma época que la sinagoga de la calle Paso y la de la
calle Piedras, pero la de Libertad fue la primera en construirse.
La decisión de erigirla se tomó “luego de que dos hombres se
descubrieran orando en el Yom Kipur, a principios del siglo pasado, bajo el ombú
de la Recoleta, y se convocaran a levantar una sinagoga para el año siguiente”,
relató.
Para concretar ese proyecto, de acuerdo a sus rituales, los
dos debían reunir a otros ocho judíos de manera de dar el quórum mínimo para
iniciar sus ritos, lo que lograron cuando levantaron el templo que se instaló
en la calle Carlos Pellegrini al 700, que fue demolido luego para levantar la
actual, que se terminó en 1932 y que cuenta con 700 asientos.
Rustein, que acompaña a los rabinos Bergman, Damián Karo y
Simon Moguilevsky, o los reemplaza en los rituales donde canta, dijo que en
esta colectividad “el rabino no es un sacerdote sino un docente”, por lo que él
puede llevar adelante las ceremonias. “Una sinagoga es como una biblioteca,
donde se guardan los cinco libros del Pentateuco, la Torá, pero no es un lugar
sagrado como una iglesia católica”, detalló.
En el centro de lo que en un templo católico sería el altar,
y bajo una cúpula dorada encuadrada por casi seis tipos de mármoles, se
encuentra la Bimá, donde se guarda la Torá, que se ubica tras un cortinado de
terciopelo rojo, todo rodeado de bancos numerados en tres niveles, cubiertos
por la boiserie de las paredes e iluminados por los vitrales de tres muros.
Rustein comentó que los trabajos fueron solventados por “el
Gobierno de la Ciudad por el embellecimiento de la zona de Tribunales”, y
anticipó que no iban a introducir muchos cambios al punto de que la iluminación
se realizará desde ahora en más desde la plaza Lavalle, con el objetivo de no
tocar el edificio, que es Monumento Histórico Nacional desde diciembre de 2000
y está en el Área de Protección Histórica del entorno de la plaza.
Asimismo, recordó que el Templo Libertad “es una réplica de
la sinagoga de la ciudad alemana de Essen que fue destruido por el nazismo en
La Noche de los Cristales Rotos”. Fue visitada por la canciller alemana Angela
Merkel, que donó la reparación del órgano, que aún tiene algunas filtraciones y
“necesita una limpieza por dentro”, lo que se ensayó en una pared para la
factibilidad de ese trabajo, de acuerdo a lo que contó el religioso.
La sinagoga, que en hebreo significa “lugar de reunión”, se
encuentra en Libertad 785 –casi esquina Córdoba-, mientras que en el 769 está
el Museo Judaico y la Fundación, que se pueden recorrer en algo más de 40
minutos, de manera gratuita y con un guía. Las visitas se pueden realizar de
martes a sábado de 11 a 17 y los viernes de 11 a 16.30, previa consulta en el
sitio web http://www.templolibertad.org.ar
para precisar días y horarios ya que es inminente que haya modificaciones.
Nota con despacho de agencia Télam
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