Termina una campaña fría en un escenario difícil de revertir

Llega a su fin una campaña fría, luego de varios días de actos y spots en radio y televisión. De los opositores, Hermes Binner es el que mejor se posiciona, pero el triunfo de Cristina parece irreversible.

Tras las primarias, quedaron 7 candidatos habilitados para postularse

Cuando se esperaba que en el tramo final la campaña electoral tomara temperatura, termina igual que como empezó: fría, y según las encuestas el panorama parece irreversible, el de un contundente triunfo de Cristina Kirchner en los comicios del domingo.

Cristina, que va por la reelección, logró en las primarias de agosto el 50,24 por ciento de los votos, con una ventaja de 38 puntos sobre el candidato de Unión para el Desarrollo Social, Ricardo Alfonsín. En el lapso entre ambas convocatorias a las urnas los candidatos no han podido acortar significativamente la brecha.

Además de Alfonsín, la Presidenta competirá con otros seis postulantes. Hermes Binner, del Frente Amplio Progresista, actual gobernador de Santa Fe, es el mejor posicionado de los opositores, más allá de que no rozaría el 17 por ciento de los votos, según las encuestas difundidas antes del impedimento legal.

El radical Ricardo Alfonsín completa el podio, si bien sufrió una notoria caída en las preferencias del electorado. Le siguen el candidato de Compromiso Federal, el gobernador peronista disidente de San Luis, Alberto Rodríguez Saá y el ex presidente Eduardo Duhalde; la diputada Elisa Carrió, de la Coalición Cívica, y el dirigente Jorge Altamira, del Frente de Izquierda y de los trabajadores.

Más allá de los números desfavorables para la oposición, los postulantes intentan convencer a los 28.600.000 votantes de que todavía es posible arañar una segunda vuelta, que será posible si ningún candidato supera el 45 por ciento de los votos o no logra una distancia de diez puntos sobre la segunda fuerza. En los días que estaban permitidas las encuestas, ninguno de los consultores que difundieron cifras dio como posible el balotaje. La intención de voto de la Presidenta osciló, según quien hiciera cada sondeo, entre el 50 y el 54 por ciento.

Cristina llegó a la Casa Rosada de la mano de su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, que gobernó entre 2003 y 2007, fallecido el año pasado.

Un clima económico que no resulta desalentador, una estructura institucional estable y una oposición demasiado fragmentada propician que el electorado opte por la continuidad de Fernández de Kirchner, más allá de los reclamos más contundentes que la ciudadanía le hace al Gobierno, la inseguridad y la inflación.

En ese sentido, el analista Fabián Perechodnik, de la consultora Poliarquía, expresó a la agencia española de noticias EFE días atrás que la situación del Gobierno es “muy buena”, y “que por primera vez la oposición toma conciencia y en forma tácita reconoce que la Presidenta tiene una fortaleza indiscutible”.

Llegó a tal punto ese reconocimiento del triunfo de Cristina que el candidato del radicalismo lo admite en un spot de campaña: “Probablemente usted vaya a ganar las próximas elecciones. Pero, con todo respeto, tengo la necesidad de decirle algo: no le creo nada”, señala Alfonsín en su propaganda. Lo mismo hicieron otras fuerzas como la Coalición Cívica, que puso en primer plano a sus candidatos a diputados como consecuencia de la pésima elección que su líder, Elisa Carrió, lograra en las Primarias; y como el Frente de Izquierda, que en sus spots buscan convencer a los votantes de meter diputados de izquierda en el Congreso.

De cumplirse el panorama electoral, el kirchnerismo también alcanzaría la mayoría absoluta en el Congreso, ya que en estos comicios también se renovará la mitad de la Cámara Baja y un tercio del Senado. En las provincias también hay elecciones a gobernador, siendo clave lo que pase en la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país. En las primarias el gobernador kirchnerista Daniel Scioli logró una gran ventaja, por lo que una buena elección del candidato que busca quedarse cuatro años más aseguraría también el triunfo de Cristina.

En estas elecciones, 1.800.000 de jóvenes votará por primera vez el domingo, por lo que los candidatos no descuidaron las redes sociales como Twitter y Facebook en la campaña. Todos los candidatos, en mayor o menor medida, apuestan al voto joven, algo que la Presidenta ha capitalizado bien.

Termina una campaña chata y carente de propuestas, con algunos candidatos que apelaron al mensaje duro y de confrontación. Pero justamente los dos mejores posicionados, Cristina y Binner, son los que optaron por un mensaje conciliador. Es una elección en la que no se esperan sorpresas.

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