El jefe de gobierno porteño bajó en los últimos días cuatro normas, dos de ellas leyes impulsadas por ediles de su propio bloque. Una iniciativa limitaba la venta de anteojos sólo en ópticas y la otra establecía la instalación de sillas aptas para personas obesas en establecimientos privados. Desde que asumió vetó más de cien.
El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, vetó en los últimos
días cuatro leyes, dos de ellas impulsadas por legisladores de su propio
bloque, el PRO; y el kirchnerismo criticó la “mala costumbre” de rechazar
durante el verano las normas aprobadas por el Parlamento capitalino.
Las iniciativas que tuvieron luz verde en la Legislatura
porteña y que fueron vetadas por Macri son la que limitaba la venta de anteojos
sólo en ópticas, y la que ordenaba que los establecimientos privados con atención
al público tuvieran asientos aptos para personas obesas. Ambas propuestas
fueron hechas por los ediles del bloque macrista Jorge Garayalde y Daniel
Lipovetzky, respectivamente.
Pero además Macri bajó una ley que incorporaba el criterio
de sustentabilidad a las compras y contrataciones de la administración de la Ciudad y una condonación de una deuda
impositiva que mantenía la Caja de Seguridad Social para Abogados (Cassaba).
El mandatario, para ejercer el derecho al veto, justificó su
decisión en que los proyectos aprobados contenían descripciones “imprecisas” o
eran “de imposible cumplimiento”, según fue publicado en el Boletín Oficial.
En concreto, en lo que respecta a la norma que ordenaba
asientos aptos para personas obesas, Macri defendió su postura al plantear que “sin
perjuicio de compartir los objetivos tenidos en mira por el Poder Legislativo
al sancionar el proyecto de Ley que se analiza, la medida propuesta no resulta
adecuadamente inclusiva”.
Conocidas las anulaciones, a Lipovetzky, autor de la
ley, no le quedó otra que justificar lo dispuesto por el jefe de Gobierno.
Sostuvo que luego de la aprobación en la Legislatura, desde el Ejecutivo habían
dado su apoyo al espíritu de la norma pero “habían expresado las dudas”
respecto de la aplicación.
“Lo que hay que entender es que la Constitución de la Ciudad
no prevé vetos parciales y que, por esa razón, cuando algo no está ajustado, se
tiene que rechazar en su totalidad”, explicó el legislador del PRO, aunque
aclaró que trabajará con los organismos dedicados a la aplicación para insistir
en una iniciativa “que trabaja sobre una problemática concreta”.
La otra norma, que impulsara Garayalde, buscaba garantizar
que los “anteojos legítimos de todo tipo” sean dispensados al público “únicamente
en las casas de ópticas o locales afines, previamente habilitados” fue
rechazada por el Ejecutivo capitalino por ser “imprecisa en la descripción de
los supuestos alcanzados”.
Desde la oposición, el ex legislador porteño y actual
diputado nacional Juan Cabandié señaló que “Macri tiene la mala costumbre de
comenzar los años vetando leyes”.
“Lo más absurdo es que no sólo veta leyes para las que
trabajaron y dedicaron su tiempo legisladores del PRO, sino que algunas son
autoría de su bloque”, añadió el ex jefe del bloque del Frente para la Victoria
en la Legislatura.
Asimismo, se refirió a las definiciones “imprecisas” y
manifestó que “el artículo 88 de la Constitución de la Ciudad establece específicamente
el procedimiento de veto parcial y de hecho, de 2008 a esta parte, Macri ha
vetado parcialmente más de 30 leyes”.
Por su parte, la ex legisladora porteña María José Lubertino
calificó al jefe de Gobierno como un “vetador serial” y criticó “el modus
operandi de rechazar las leyes en enero, para tener menos repercusión”.
Según un relevamiento realizado por la agencia nacional de
noticias judiciales Infojus Noticias, entre el 10 de diciembre de 2007 y el 25
de junio de 2013, Macri vetó 118 leyes sancionadas por la Legislatura.
Nota con despachos de agencias Noticias Argentinas y Télam
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