También se lleva a cabo en más de veinte ciudades del país. Las consignas centrales son el pedido de que cesen las detenciones por consumo y por autocultivo.
Cientos de personas se concentran hoy desde pasado el mediodía en Plaza
de Mayo para movilizarse a partir de las 16 hacia el Congreso de la Nación en
la denominada Marcha Mundial de la Marihuana. En Argentina, el evento se lleva
a cabo en más de veinte ciudades, y tiene como consigna principal el pedido de
que se cesen las detenciones por consumo y autocultivo.
“En nuestro país una persona es detenida por hora por
consumo personal. Esto tiene un enorme impacto porque, en principio, nadie va a
acercarse a pedir ayuda si te criminalizan”, comentó en declaraciones a la
agencia Télam Sebastián Basalo, director de la revista THC e integrante del
Centro de Estudio de la Cultura Cannábica (CECCa). Y añadió que “se trata de
una problemática muy seria que involucra derechos de un gran porcentaje de la
población”.
Es que, según datos de la Procuraduría de Narcocriminalidad
(PROCUNAR) de 2012, se abrieron 9.414 causas por tenencia para consumo personal
(por la figura comprendida en el artículo 14, segundo párrafo, de la Ley
23.737).
En ese sentido, Basalo manifestó que “si pensamos en consumo
problemático, la única solución que ofrece el Estado es mandarte preso, esto no
puede seguir sucediendo en un país que es referente en derechos humanos, que ha
metido preso a cientos de genocidas, que ha ampliado derechos como el
matrimonio igualitario o la ley de identidad de género”.
Pero, más allá del derecho a la salud ante el consumo
problemático, el director de THC defiende también el derecho a elegir el modo
de vida: “Cada persona puede hacer con su vida íntima lo que quiera mientras no
afecte a otros; entonces, por qué criminalizar el consumo aunque sea con fines
recreativos”.
Otro de los objetivos de la marcha apunta al uso medicinal de
la marihuana, algo que sus militantes sostienen que “existe cada vez más
consenso acerca de los beneficios que genera para el tratamiento de algunas
enfermedades específicas”.
Asimismo, los organizadores señalan como otro de los
problemas la criminalización del autocultivo, sobre el que no existen estadísticas
oficiales, aunque los militantes enumeran distintos casos. Sobre este punto,
Matías Faray, miembro de la Agrupación Cannabicultores del Oeste (ACO), señaló
en declaraciones a la agencia noticiosa que “la prohibición del autocultivo
tienen muchas implicancias, la primera de ellas es que te obliga a entrar en
contacto con el narcotráfico para consumir”.
“La mayoría de las personas que consumen marihuana no
consumen otras drogas; sin embargo, cuando vos para obtener el cannabis tenés
que dirigirte a un ‘dealer’, éste puede ofrecerte otras sustancias que
comercializa que a vos ni se te hubiera ocurrido probar si tuvieras tus propias
plantas”, graficó. Y aclaró que “la marihuana no es en sí el ingreso al consumo
de otras drogas, esto es falso; sí puede ser el contacto con el narcotráfico lo
que te puede habilitar ese acceso”.
El militante de ACO agregó que “despenalizar no es
legalizar, es dejar de meter a las personas en cárcel por una elección personal
de consumo, y si se tiene un problema con este consumo el Estado debe asistir,
no encarcelar”, y resaltó que “regular pondría un freno al verdadero delito,
que es el narcotráfico”.
“Todos los estados que regularon y despenalizaron mejoraron
sus estadísticas de consumo problemáticos, sobredosis, criminalidad”, planteó
Faray.
Se estima que en la Ciudad de Buenos Aires el año pasado
participaron de la marcha unas 150 mil personas.
Si bien cada año la convocatoria aumenta notoriamente, los
organizadores saben que no todos los que participan entienden las consignas por
las que se marcha. “Por supuesto que no todos los que participan tienen en
claro las consignas y éste es un problema porque la marcha convoca a gente que
va sólo para fumar, e incluso para beber, pero es algo que escapa a quienes
participamos de la organización”, dijo Faray.
Y es algo que se ve en las redes sociales, como Facebook,
donde además de la convocatoria oficial al evento (Marcha Mundial de la
Marihuana 2015), existen otras convocatorias que promueven el consumo de
alcohol y que son fuertemente criticadas por quienes buscan que la marcha ponga
en evidencia un problema social y genere conciencia.
Nota con despacho de agencia Télam
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