Con la aprobación de la ley, los remedios sólo podrán venderse en farmacias La Legislatura porteña votó a favor de la adhesión de la Ciudad a la ley nacional que prohíbe el expendio de remedios en todo negocio que no sea una farmacia. La norma apunta a los medicamentos de venta libre y salió con los votos de la oposición, ya que el macrismo intentó hasta el último momento para autorizar su comercialización en quioscos y supermercados. La Unión de Quiosqueros dejó en claro que irá a la Justicia.
La ley tuvo tratamiento en la sesión ordinaria de ayer, con 32 votos positivos, 21 negativos (que corresponden al macrismo) y una abstención. Así, la Capital adhiere a la ley nacional 26.567, sancionada el 25 de noviembre de 2009 y promulgada el 17 de diciembre de ese año, que regula el ejercicio de la actividad farmacéutica.
Entre otros puntos, la norma establece que los medicamentos, aún los de venta libre (como analgésicos, antiácidos y antiespasmódicos), deben despacharse en farmacias. La Capital era el único distrito que no se había sumado a esta reglamentación.
Además, la ley hace referencia a que los remedios no pueden ser vendidos en góndolas, sino que deben ser expedidos por farmacéuticos. Con esto, se verían afectadas las grandes cadenas de farmacias.
La defensa de esta normativa estuvo a cargo de los diputados Rubén Campos, de la Unión Cívica Radical, y Jorge Selser, de Proyecto Sur.
El proyecto sostiene que la falta de aplicación de la norma nacional en la Ciudad “provoca un vacío legal, que posibilita formas de comercialización por fuera del lugar natural de su expendio, como son las farmacias”. En ese sentido, el legislador de la Unión Cívica Radical Rubén Campos señaló que “vuelve la racionalidad en el uso de los medicamentos y su manipulación está en manos de los profesionales farmacéuticos formados para esto”.
Además, explicó que “significa que disminuyen los riesgos del uso indiscriminado de medicamentos, y por sobre todas las cosas se genera un cambio conceptual en la política neoliberal de los 90 que impuso la venta libre en todas partes”.
La ausencia de la ley en la Ciudad había propiciado fallos judiciales. La jueza en lo contencioso administrativo porteño Elena Liberatori había fallado en enero que la Capital conservaba el derecho de permitir la comercialización de medicamentos de venta libre, al ser un Estado autónomo, a partir de una medida cautelar solicitada por una quiosquera. Pero en junio otro juez del mismo fuero falló en sentido contrario, al señalar que la ley 26.567, al ser nacional, regía en todo el país.
Durante el tratamiento del proyecto en la sesión, el macrismo intentó sin éxito la aprobación de una propuesta planteada por los legisladores Helio Rebot y Alejandro García que contemplaba la venta de remedios de venta libre fuera de las farmacias. Tenía como objetivo “facilitarle al vecino de la Ciudad el acceso a los medicamentos que no requieren receta médica, especialmente en días y horarios que para comprar una aspirina es necesario buscar una farmacia de turno”. La propuesta no prosperó ya que tuvo el rechazo de las fuerzas opositoras en un extenso debate.
El legislador de Nuevo Encuentro Gonzalo Ruanova reprochó al macrismo la decisión de votar en contra ya que en el Congreso de la Nación, cuando se aprobó la ley nacional en 2009: “los diputados del PRO, incluido el presidente del bloque Federico Pinedo, votaron a favor” de la normativa que restringe a las farmacias la venta de medicamentos.
Por su parte, el presidente de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), expresó que “con la aprobación de la ley que regula la venta de medicamentos en la Ciudad de Buenos Aires, algunas farmacias pierden el criterio supermercadista”.
Con la ley aprobada, la Unión de Quiosqueros de la República Argentina (UKRA) adelantó que recurrirá a la Justicia.
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