Heridos por pirotecnia y corchos, un triste clásico de las fiestas

Más de un centenar de personas fueron atendidas con diversas heridas en los hospitales de la Ciudad de Buenos Aires como consecuencia del mal uso de la pirotecnia y de corchazos en el marco de los festejos de la Navidad, informaron ayer desde los diversos centros de salud.

Los heridos por quemaduras o corchazos fueron principalmente a los hopsitales del Quemado, Santa Lucía y Lagleyze (Foto: Télam)


Los lugares en donde se pone el foco para esta fecha, en lo que respecta a atención a lastimados por pirotecnia o corchos de botellas son los hospitales oftalmológicos Santa Lucía y Pedro Lagleyze, y el hospital del Quemado.

Fernando Pellegrino, jefe de Guardia del hospital Santa Lucía, señaló: “Tenemos un aumento del 20 por ciento respecto al año pasado, con 57 pacientes ingresados con heridas oculares graves, de los cuales 10 requirieron cirugías y cuatro son niños de entre cuatro y ocho años”.

El médico expresó también que “en los casos más graves, hablamos de ojos con grandes aperturas producto de estallidos de pirotecnia, ya sea por impacto del petardo o de partes de una cosa que voló por la explosión”.

Por otra parte, 26 personas fueron atendidas desde la madrugada de Navidad en el Hospital Pedro Lagleyze, informó el jefe de guardia Pablo Ventola a la agencia de noticias Télam.

En el hospital del Quemado, la jefa de Guardia, Miriam Miño, dio detalles sobre los heridos que llegaron a ese centro de salud: “Fueron atendidos 27 pacientes, todos con quemaduras producto de la pirotecnia durante la madrugada de Navidad, dos de ellos están graves”.

En ese sentido, comentó: “Este año he visto lesiones más violentas, antes eran escoriaciones, quemaduras superficiales, ahora el 90 por ciento son quemaduras con exposición ósea y pérdida de músculo y debimos realizar una amputación de dedo”.

“El caso más grave es el de un niño de ocho años que sufrió quemaduras en el 38 por ciento de su cuerpo, y está en terapia intensiva con respirador artificial”, explicó la médica. Fue derivado al hospital Garrahan.

Miño detalló que “el niño estaba cenando adentro de la casa cuando entró un petardo por una ventana y desató un incendio, como consecuencia además de las lesiones externas presenta lesiones internas por inhalación”.

Asimismo, de todos los atendidos en el Hospital del Quemado, 18 son menores de 14 años, principalmente con quemaduras en manos y brazos. “Tenemos una nena de 9 años a la que le cayó pirotecnia desde arriba de un edificio y una beba de 8 meses a la que le cayó un petardo en la mano”, comentó.

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