Es un espacio dedicado específicamente a la abstracción geométrica. Se suma a la variada oferta cultural porteña.
El flamante y moderno edificio de hormigón y vidrio está compuesto de siete plantas y cuatro salas amplias, en mil quinientos metros cuadrados. El Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires (Macba), abrió sus puertas ayer con una imponente colección dedicada a la abstracción geométrica internacional.
La Ciudad cuenta con un museo dedicado específicamente a la abstracción geométrica, ua corriente de larga tradición. Las obras pertenecen al coleccionista Aldo Rubino, que concretó su sueño de darlas a conocer.
El moderno edificio, obra de los arquitectos Marcelo Vila y Adrián Sebastián, está ubicado en avenida San Juan 328, pegado al Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (Mamba), en pleno casco histórico de San Telmo, en una zona recientemente declarada Distrito de las Artes por el Gobierno porteño.
El museo inició su calendario de exposiciones con “Intercambio global. Abstracción geométrica desde 1950”, curada por el estadounidense Joe Houston, que se divide en cuatro núcleos que ocupan los dos subsuelos, la planta baja y el primer piso del edificio. “Es una selección según la mirada del especialista Joe Houston y tiene que ver con cuatro temas: ‘Nuevos trayectos’ dedicados a la nueva geometría que se nutre de otros referentes, ‘Orden e inestabilidad’ en el arte cinético; cómo la geometría lidia con los ‘Efectos del color’; y ‘Formas de expansión’ con obras de marco recortado, explicó la directora artística del museo, María José Herrera, a la agencia de noticias Télam.
La directora añadió: “Se destacan piezas ovaladas, triángulos o tras figuras dadas por la forma interna. El ejemplo más temprano de eso es Carmelo Arden Quin, con el Arte Madi, que proponía que las formas internas se expanden y delimitan el formato de la obra”.
Nombres como Víctor Vasarely, Juan Melé, Richar Anuszkiewicz, Carlos Cruz-Diez, Guillermo Kuitca, Raúl Lozza, Heinz Mack, Marta Minujín, Kenneth Noland, Sarah Morris, Leon Polk Smith y Luis Tomasello, engalanan las paredes de las distintas salas. También piezas de Tony Costa y Alberto Biasi, Sewell Sillman, Sarah Morris, Rosa Brun y Francisco Sobrino, Pol Bury, Joel Stein, Joao Costa Da Siva, Joao Carlos Galvao, Pablo Siquier, Julio Le Parc y Rogelio Polesello.
“Esta es la primera colección argentina que tiene un Kenneth Noland. Otra perlita de la colección es el Cruz-Diez de cuatro metros de larga”, señaló Herrera.
La colección de Aldo Rubino comenzó cuando adquirió una obra de Víctor Vasarely. “Esa fue la primera obra grosa que compré y a partir de ahí no hubo retorno, contó Rubino con gracia, y agregó que cuando adquiere una obra es ciento por ciento gusto.
El museo abrió sus puertas el fin de semana con entrada libre y gratuita, y como parte de las actividades de apertura brindará el simposio internacional Diálogos del Intercambio Global, para reflexionar acerca de los distintos rumbos históricos y actuales de la abstracción geomética. Se llevará a cabo mañana, de 11 a 13, con la participación de Joe Huston, Patterson Sims y María Constanza Cerillo. Ese mismo lunes, a las 14.30 habrá una visita guiada a la exposición “Intercambio global. Abstracción geométrica desde 1950”, a cargo del curador.
Nota con despachos de agencias Télam y AFP
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