El Gobierno Nacional anunció aumentos en las tarifas de luz y gas de hasta 150 pesos

Es para realizar obras de infraestructura. Se aplicará a través de montos fijos que van de 4 a 150 pesos por bimestre para los usuarios comunes.

De Vido y Kicillof, los encargados del anuncio (Foto: Télam)

El Gobierno Nacional anunció un aumento bimestral de las tarifas de luz y de gas en la Capital Federal y el Conurbano de hasta 150 pesos para los usuarios hogareños y hasta 300 pesos para comercios e industrias.

El anuncio fue realizado por el ministro de Planificación Federal de la Nación, Julio De Vido, y el viceministro de Economía, Axel Kicillof, que señalaron que con esto se espera recaudar dos mil millones de pesos y destinarlos a dos fondos para financiar obras de infraestructura energética.

El incremento se aplicará a través de montos fijos que van de 4 a 150 pesos por bimestre de acuerdo con el consumo de los usuarios, en el caso de los hogareños, y de hasta 300 pesos para los comercios e industrias. Y será retroactivo al pasado primero de noviembre.

En lo específico, las subas en el servicio de energía eléctrica irán de 4 a 150 pesos bimestrales para hogares, y de 45 a 300 pesos para comercios e industrias.

En tanto, para el gas, los aumentos irán de 4 pesos a un máximo de 150 por bimestre para los grandes consumidores.

Los incrementos regirán para los usuarios de Edenor, Edesur, Metrogas y Gas Natural Ban, y se dispusieron en momentos en los que las principales compañías que operan en el área metropolitana de Buenos Aires tienen serias complicaciones financieras, como consecuencia del aumento de costos y un congelamiento de tarifas desde hace más de doce años.

No obstante, De Vido aseguró que en las facturas de luz el 72 por ciento de los hogares recibirán aumentos que oscilan entre los 4 y los 10 pesos. Y en las de gas, el 80 por ciento de los hogares recibirá subas de entre 4 y 20 pesos.

En ese sentido, horas después el ministerio de Planificación precisó a través de un comunicado que “para el 72 por ciento de los hogares el monto fijo para la consolidación y expansión de la red eléctrica será de hasta 5 pesos por mes, mientras que en el caso del gas natural se pagará alrededor de 7 pesos más por mes para este fondo”. Y, con respecto a las tarifas de luz, el monto fijo de hasta 150 pesos bimestrales "sólo corresponde a los hogares de mayores consumos, que son el 0,4 por ciento del total de los usuarios de las distribuidoras Edenor y Edesur”,

Además, los funcionarios señalaron que las subas no se aplicarán para los 600 mil usuarios de energía eléctrica exceptuados, y 89 mil del servicio de gas que están en la misma situación.

De Vido y Kicillof, en conferencia de prensa, defendieron las políticas de subsidios a la energía que lleva adelante el Gobierno Nacional, y dijeron que en los países de la región es “más caro” ese consumo para los usuarios.

Por su parte, el viceministro de Economía de la Nación cuestionó a provincias como Córdoba y Santa Fe por sus políticas energéticas. Dijo que en Santa Fe las tarifas eléctricas aumentaron un159 por ciento en los últimos años, y en Córdoba el 225 por ciento, con fines “recaudatorios”, ya que “la energía la subsidia el Gobierno Nacional y se quedan con la diferencia”. Y añadió que “algunos vivos suben las tarifas eléctricas y con eso engrosan las cuentas provinciales”.

¿Qué destino tendrán los fondos extra que se recauden por esos incrementos? De Vido dijo que se crearán dos fideicomisos en el Banco Nación, de mil millones de pesos cada uno y que ese dinero será destinado a obras de infraestructura a definirse por “el Estado nacional en conjunto con los intendentes, y no con las empresas”. También confirmó que se convocará al Gobierno porteño.

Entre las obras que se prevé realizar están “diez subestaciones eléctricas en el sur del Gran Buenos Aires” (la construcción y ampliación de 25 en el área metropolitana) y de infraestructura eléctrica en los barrios de la Ciudad “donde más creció la demanda”, entre otras, como también el tendido de la red de gas en 1.500.000 hogares de todo el país.

Kicillof contó que “en 2011 el país demanda casi la mitad más de energía de lo que hacía al cabo de la fase neoliberal”. Y que esta situación fue respondida con “políticas públicas que permitieron un crecimiento del orden de los siete mil megavatios de potencia instalada en estos ocho años” de gestión kirchnerista.

Asimismo, destacó que “el 41 por ciento de la inversión en el sector es pública, el 24 por ciento mixta y el resto es privada”. Y añadió que para el Gobierno Nacional “es una convicción que la energía en Argentina tiene que tener costos más bajos que en otros países”, en un argumento a favor de la política de subsidios.

En ese sentido, sostuvo que esos beneficios mejoran “directamente las condiciones de vida de las clases trabajadoras” y aseguró que “tarifas de gas y energía barata no es ni más ni menos que un incremento de salario”. A su vez, planteó que esos fondos “en lugar de ser embolsados por las empresas pasan a fogonear el consumo interno, que permite, por otro lado, sostener la demanda también en el aparato productivo”.

El viceministro de Economía expresó, además, en torno al reclamo de los gremios, que a la hora de discutir los mínimos del Impuesto a las Ganancias también se debe discutir lo que los usuarios reciben en concepto de subsidios como parte del “salario”, según consideró.

El funcionario hizo una comparación de una “factura bimestral”: en la región metropolitana es de 8 dólares, en tanto que en Chile se eleva a 60, en Brasil a 91 y en Uruguay a 140.

Kicillof criticó a los sectores que buscan “forzar incrementos tarifarios siderales” en “beneficio de unos pocos vivos” porque eso sería “la paz de los cementerios”. Sin embargo, el ajuste anunciado llegará a niveles muy altos, según los casos.

Y señaló que en la década del 90, una factura de luz tenía incidencia en promedio del 2,5 por ciento del salario, y que en la actualidad implica el 0,4 por ciento en la región metropolitana, como una forma de querer minimizar el impacto de la medida.

La medida es una consecuencia de la baja adhesión a la política de “renuncia voluntaria” a los subsidios, y que se tradujo poco después en una quita de esos beneficios a los barrios de alto poder adquisitivo, como ser Puerto Madero, y los countries del Gran Buenos Aires.

Nota con despachos de agencias Télam y Noticias Argentinas

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