Le faltaba poco para recibirse de abogado, llevaba 5 años en prisión pero le quedaban más de 10 para cumplir su condena por secuestros express y robos. Lo llevaron cuatro penitenciarios a la Facultad de Derecho, en Recoleta, pero no volvieron a verlo.
Parece de película: Un preso que cumplía una condena en la cárcel
de Devoto y estudiaba abogacía fue a rendir una materia a la Facultad de
Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en Recoleta, y se fugó sin que
los cuatro penitenciarios que lo custodiaban se dieran cuenta.
El hecho ocurrió el viernes 28 de junio, pero se conoció
ayer, y hasta el momento se desconoce el paradero del detenido, que se
destacaba por ser un estudiante que tenía muy buenas calificaciones en esa casa
de estudios.
A Shiva Narada Benítez Díaz, de 30 años de edad, le faltaba
poco tiempo para recibirse de abogado, llevaba 5 años en prisión pero le
quedaban más de 10 para cumplir su condena por secuestros express y robos.
Nació en Bolivia y fue criado de chico en un barrio porteño.
Y era el líder de una banda que secuestraba personas al voleo y llevaba a sus víctimas
a la villa 1-11-14, en la Capital Federal, para luego exigir una suma de dinero
por el rescate.
Había comenzado a cursar en 2010 el CBC de Derecho y al año
siguiente ya estudiaba ene l Centro Universitario de Devoto (CUD). Como tenía
buenas calificaciones en las materias que rindió, y se encontraba en la última
etapa de la carrera, comenzó a cursar en cátedras que no se dictaban en el CUD.
El último día que se lo vio, Shiva había salido del pabellón
50 del penal de Devoto acompañado de cuatro penitenciarios que lo trasladaron a
la facultad.
Al llegar a la casa de estudios, el camión que traslada
presos ingresó por una puerta interna del edificio ubicado en la avenida
Figueroa Alcorta y antes de entrar a clase le quitaron las esposas para que
pueda tomar apuntes.
Y, en una situación digna de una película, Shiva se esfumó:
nunca más fue visto y todavía lo están buscando.
A raíz del hecho, un juez hizo incautar las pertenencias que
el prófugo dejó en el penal, pero sus compañeros de prisión, enterados de la
noticia, ya se habían apoderado de todas sus cosas.
En el ámbito académico, Shiva había sido puesto como un
ejemplo por un profesor luego de que sacara nueve en una materia. El docente
expuso los méritos de “un alumno que está en la cárcel, estudia con material
viejo y saca la nota más alta de la clase”.
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