Otra vez, un accidente de tren. Otra vez, en la estación
Once. Otra vez, en el andén número 2, el mismo de febrero de 2012. Otra vez,
una formación que impactó contra el parachoques. Esta mañana, a las 7.25, un
coche de la línea Sarmiento chocó y descarriló al llegar a la estación
terminal, lo que produjo un impacto similar al ocurrido el 22 de febrero de
2012. Como consecuencia de este incidente, resultaron heridas al menos 80
personas.
La mayoría de los accidentados fueron derivados a distintos
hospitales porteños, y luego de ser atendidos, fueron dados de alta, ya que sólo
cinco presentaban un cuadro que requirió de internación o monitoreo en
observación durante algunas horas más.
El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, y los
ministros porteños Graciela Reybaud, de Salud, y Guillermo Montenegro, de
Seguridad y Justicia, remarcaron que no hubo muertos. “35 personas fueron
trasladadas por el SAME, mientras que otras 15 llegaron por sus propios medios
a los hospitales”, había dicho Reybaud en una improvisada conferencia de prensa
conjunta que brindaron en la puerta de la estación. Y brindaron una lista con
los datos de todos los atendidos en los hospitales Penna, Ramos Mejía,
Argerich, Rivadavia, Vélez Sársfield, Santojanni, Piñero y Durand.
Berni señaló que unas treinta personas “estaban esperando en
el andén” y sufrieron heridas al producirse el desarrilamiento, principalmente
por el estallido de vidrios. “No tuvimos que lamentar por ahora muertos”, había
afirmado el funcionario nacional.
Por su parte, el secretario de Prensa del gremio de
maquinistas La Fraternidad, Horacio Caminos, confirmó que el motorman de la
formación que chocó Julio Benítez se encontraba internado en el Hospital Ramos
Mejía. “Estaba delicado, en apariencia no corre riesgo de vida, pero como dicen
los médicos el estado es reservado”, explicó, y detalló que este maquinista “tiene
45 años y mucha experiencia, venía de trabajar en la línea Mitre”.
La formación chapa 5, que partió a las 6.18 desde Moreno
rumbo a Once, impactó a las 7.25 sobre la barrera de contención del andén número
2, el mismo en el que hace un año y ocho meses se produjo la mayor tragedia
ferroviaria de la historia del país, con 51 muertos y más de 700 heridos.
El gerente de Comunicaciones de la Unidad de Gestión
Operativa Mitre Sarmiento (UGOMS), Pablo Gunning, confirmó esta mañana que el
maquinista de la formación que chocó y descarriló en la estación de Once “no
reportó problemas de funcionamiento” durante el trayecto.
“Tuvo un recorrido normal y no reportó en ningún momento
problemas de funcionamiento hasta el momento del impacto”, sostuvo el
funcionario, y añadió que la formación “salió de depósito a las 4.53”. Para conocer
las causas del accidente, se utilizarán “la cámara de la cabina, las que
existen en el andén y el GPS”.
El motorman quedó “detenido e incomunicado” en el hospital
Ramos Mejía hasta que se determinen las causas del hecho. Así lo informó
Montenegro, quien detalló que según determinó el juez federal Ariel Lijo, a
cargo de la causa junto con el fiscal Patricio Evers.
La situación del maquinista, en principio, sería complicada,
ya que según trascendió de fuentes policiales, al momento de la detención encontraron
en su mochila el disco rígido de la cámara de seguridad, manchado con sangre y
doblado, por lo que Benítez habría roto la carcasa de la cámara y robado el
disco antes de salir de la cabina.
Si bien son muchos los heridos, el panorama fue diferente ya
que los vagones de la formación no iban repletos de gente como en febrero de
2012 y en una hora pico donde la mayoría iba a sus lugares de trabajo o
estudio. Testigos y pasajeros admitieron que viajaban sentados, y algunos de
pie.
Según las primeras informaciones, y es materia de
investigación, el tren se habría quedado sin frenos y se “pasó” de la línea de
detención por lo que impactó contra el parachoques y quedó “subido” al andén.
Testigos del incidente señalaron que hubo “gente atrapada en
el segundo y tercer vagón”, mientras que indicaron que los frenos del tren “venían
fallando desde la estación Ciudadela”, seis estaciones antes de llegar a Once.
“Frenaba y largaba y se pasaba de la estación. Al llegar a
Once no frenó bien y chocó”, dijo uno de los pasajeros a la prensa fuera de la
estación, que fue cerrada por la Policía.
Quienes estaban en el lugar contaron que un grupo de
personas intentó “atacar” en la cabina al maquinista –que ya había sido
trasladado-, lo que produjo un enfrentamiento con la Policía Federal, que
terminó con al menos dos efectivos con heridas.
Julio, que viajaba en el tercer vagón, dijo a la prensa que
tras el impacto los pasajeros increparon al motorman. “La gente le gritaba
asesino y le tiraba piedras, estaba tirado en el piso pero consciente, entonces
vinieron los bomberos y se lo llevaron, no vi si estaba lastimado”, contó.
A poco del accidente, el SAME se hizo presente en el lugar y
montó un amplio operativo de emergencia, con al menos 16 ambulancias. Se
clasificó la gravedad de los heridos para su traslado, incluso algunos fueron
atendidos en la calle, fuera de la estación. La situación hacía acordar aquel
22 de febrero de 2012, día de la tragedia de Once.
Además del personal médico, efectivos de la Policía y
personal de Bomberos trabajaron en el lugar.
Nota con despacho de agencia Noticias Argentinas
No hay comentarios:
Publicar un comentario