Algunos de los manifestantes empezaron una huelga de hambre “por tiempo indefinido” a la espera de que el Gobierno porteño los reciba y atienda sus reclamos.
Unos 300 habitantes de los asentamientos participaron del armado de la carpa. (Foto: EFE)
Vecinos de villas de la ciudad montaron ayer una carpa en la
Plaza de la República, frente al Obelisco, para exigirle al Gobierno porteño
que declare la emergencia habitacional y lleve a cabo la urbanización de las
villas de Buenos Aires. La protesta incluye una huelga de hambre “por tiempo
indefinido” que realizan seis personas, a la espera de que las autoridades
capitalinas los reciban y atiendan sus reclamos.
La carpa, llamada “de la dignidad” está sobre una estructura
de metal de 60 metros cuadrados que levantó durante la mañana la Corriente
Villera Independiente, y fue una imagen que llamó la atención de quienes
pasaban por el lugar. Durante la instalación, participaron 300 habitantes de
las villas, y hubo un operativo con camiones de la Policía Federal, que
buscaron evitar que se cortara el tránsito de la avenida 9 de Julio, pero los
manifestantes aclararon que no tenían esa intención.
La protesta y el acampe podrían extenderse al menos por 15 días,
a la espera de que las autoridades de la Ciudad los reciban.
Con relación a la huelga de hambre, es “por tiempo
indeterminado, hasta que el gobierno de Mauricio Macri se haga cargo de la
urbanización de las villas de Buenos Aires”, dijo Rafael Klejzer, uno de los
integrantes de la Corriente, quien consideró que la forma de protesta “no es un
daño hacia nuestros cuerpos” sino “un acto de amor y justicia hacia nuestra
comunidad”. Sólo ingerirán líquidos. “Rotaremos cada cinco días porque
entendemos que el Gobierno de Macri seguramente nos va a dejar morir acá”, dijo
a la prensa.
La Corriente Villera Independiente emitió un comunicado en
el que le exigió al Ejecutivo porteño que declare la “emergencia habitacional,
socioambiental, sociosanitaria y socioeducativa” en las villas de la Capital.
También reclamaron “la urbanización con radicación, una
auditoría de las cooperativas y empresas que trabajan en los barrios, la
regulación de alquileres y subsidios habitacionales, y que no se criminalice la
pobreza”. Esos puntos se pueden leer en las paredes de la carpa.
Por su parte, la vecina de la villa 31 bis, Dora Mackoviak,
sostuvo que la medida es el resultado de que “el gobierno (porteño) a fin de
año decidió cortar todo tipo de diálogo con nosotros y por eso tuvimos que
llegar a esta instancia”.
“Frente al modelo de las dos ciudades que plantea Macri
donde la ciudad rica excluye a la pobre, frente al lucro inmobiliario de las
tierras destinadas para la urbanización mientras los funcionarios del Gobierno
de la Ciudad no esconden sus pretensiones de llenarse los bolsillos, se hace
evidente la falta de voluntad política para resolver la problemática de la
vivienda”, señalaron los manifestantes.
Nota con despachos de agencias Télam y Noticias Argentinas
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