Ahora tiene 15 años y pesa 20 kilos. Un juzgado civil le dio la “guarda provisoria” en 2001 a la pareja que la tenía cautiva, adoradores de “San La Muerte”. La castigaban cuando quería comer las sobras de lo que le daban a los animales.
Estaba bajo guardia provisoria. Y en vez de darle amor y
protección, la tuvieron nueve años encerrada a pan y agua junto a un perro y un
mono en el garaje de la casa, en pleno Lugano, en plena Capital. Ese calvario
diario que vivía la joven de 15 años terminó, ya que fue rescatada por la
Justicia. Pero ese demencial trato al que la sometieron quienes tenían que
cuidarla, una pareja de adoradores de “San La Muerte”, le dejó consecuencias no
sólo psíquicas, sino un retraso madurativo por el nivel de desnutrición que
presenta.
Cuando la vieron en el momento del rescate, la adolescente
pesaba apenas 20 kilos y presentaba un retraso madurativo producto de inanición.
Es que guante su cautiverio comía cada tanto y quienes tenían que cuidarla le
daban levadura de cerveza, pan y agua. La trataban peor que a un animal, porque
el perro y el mono con los que convivía en ese garaje estaban mejor alimentados,
al menos se los vio en buen estado. Ahora la joven está internada, a raíz del precario
estado de salud que tenía cuando la encontraron.
La adolescente declaró a través del sistema de Cámara Gesell
que la pareja la castigaba y golpeaba con cinturones cada vez que ella, por el
hambre extremo al que la sometían, comía las sobras de los animales. Y
trascendió que solamente salió de ese garaje en dos ocasiones durante sus nueve
años de cautiverio.
Los que tenían que cuidarla fueron detenidos bajo los cargos
de “reducción a la esclavitud y la servidumbre, lesiones graves y privación ilegal
de la libertad”. Fueron identificados como Daniel Gómez, de 45 años, y Adriana Barros,
de 56, ambos argentinos, y detenidos frente a una vivienda de la calle Pola
2758, en el barrio de Villa Lugano.
La medida fue ordenada por el Juzgado Nacional en lo Criminal
de Instrucción 42, e intervino la jueza María Gabriela Lanz, quien rechazó un
pedido de excarcelación solicitado por la defensa de la pareja.
Esta pareja tuvo la “guarda provisoria” de la joven en 2001
por decisión de un juzgado civil, ya que su madre biológica es de origen muy
humilde y no tenía recursos para darle alimentos. En 2005, la familia de sangre
perdió contacto con quienes la cuidaban y nadie se interesó por el estado de la
niña, que por entonces tenía apenas seis años.
La hermana de la joven, cuando cumplió 18 años, se abocó a
su búsqueda y fue por ella que se pudo dar con el paradero de la adolescente
esclavizada, ya que aportó datos para que la Justicia pudiera reunir los
elementos necesarios y los investigadores ubicaran la vivienda en donde estaba
cautiva.
En el allanamiento, los investigadores encontraron varios
elementos que vinculaban a la pareja con “San La Muerte”, un ritual pagano
rechazado por la Iglesia Católica.
Nota con despachos de agencias Noticias Argentinas y DyN
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