En el Arena Corinthians, de San Pablo, Argentina se convirtió en el segundo finalista del Mundial Brasil 2014, al vencer 4 a 2 en los penales a Holanda luego de empatar 0-0 en los 120 minutos. Sergio Romero se convirtió en el nuevo “Goyco” desde los doce pasos, tapando dos de cuatro penales, para llegar a la final, tras 24 años de espera, nada más ni nada menos que contra Alemania.
Por Esteban ArzúaEspecial para PANORAMA CIUDAD
Romero, el héroe de la tarde, atajó dos penales que garantizaron el pase a la final. (Foto: AFP)
Fue un partido chato, casi
sin situaciones de gol. Nadie quería regalar nada, con ambos equipos cuidando
la pelota y atentos a no cometer errores, que les pudieran costar caros. En el
primer tiempo, Lionel Messi avisó con un tiro libre al palo del arquero, que
contuvo muy bien Jaser Cillessen, y luego un cabezazo de Ezequiel Garay que se
fue por encima del travesaño.
El complemento podría
haber sido interminable y eterno, parecía que nadie iba a sacarse ventaja,
aunque la más clara del partido fue un centro al ras del piso, que Gonzalo
Higuaín tocó afuera en una jugada mal invalidada por offside. Y, sobre el
final, Javier Mascherano hizo respirar a los 40 millones de argentinos en una
jugada en la que Arjen Robben se escapaba hacia el gol quedando cara a cara con
Romero, mandando la pelota al corner.
El tiempo suplementario
no mostró algo diferente para quebrar la igualdad. Se siguieron midiendo, sin
darse espacios. Sin embargo, Rodrigo Palacio tuvo un mano a mano, donde la
pelota jamás le bajó, y desperdició una chance de cabeza por sobre el arquero,
que le adivinó la intención, y Maximiliano Rodríguez pifió su disparo tras
un centro.
El partido concluyó y
llegó la lotería de los penales. “Hoy te convertís en héroe”, le gritó
Mascherano al arquero argentino: Romero tapó el primero a Ron Vlaar, luego no
fallaron Messi, Robben y Ezequiel Garay, Chiquito volvió a
agigantarse ante Wesley Sneijder y anotaron Sergio Agüero, y Dirk Kuyt. Para
cerrar, Maxi Rodríguez metió al arquero con pelota y todo dentro de su arco y
se desató el desahogo de todos los jugadores, y de todo el país.
El domingo a las 16,
ante Alemania, en el Maracaná de Río de Janeiro, se jugará la final del Mundial.
El mismo rival derrotado en la final del 86 y que ganó, con colaboración del arbitraje,
en el 90. ¿Será el “bueno”? El mismo rival que eliminó al conjunto albiceleste en
el 2006, y en el 2010. ¿La tercera será la vencida?
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