La agencia Noticias Argentinas publicó ayer una entrevista
al precandidato a jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra en la que recordó que
le ganó al actual mandatario capitalino, Mauricio Macri, en el balotaje en la
Ciudad en 2003 y admite que una parte del electorado le pasa factura por la tragedia
de Cromañón. Además, cuenta cuáles políticas continuaría, en caso de llegar al
Ejecutivo local, si supera las PASO de abril y gana en julio. Panorama Ciudad
comparte el reportaje completo:
Ibarra: “En la política, prefiero ser díscolo y rebelde”
A una semana del cierre de listas en el que el Frente para
la Victoria de la Ciudad se dividió en dos nóminas de legisladores y cinco
precandidatos a jefe de Gobierno, el edil porteño Aníbal Ibarra se definió como
“díscolo y rebelde” en la política, aunque aclaró que actualmente el kirchnerismo
“simplemente está aprovechando las PASO”.
En su despacho de la Legislatura porteña, el exjefe de
Gobierno y precandidato a volver a ese cargo señaló a la agencia Noticias Argentinas
que en la campaña electoral no quiere discutir “quién tiene mejor puesta la
camiseta del Frente para la Victoria” porque “eso no le sirve al Gobierno
nacional”.
Recordando que le ganó al actual mandatario porteño,
Mauricio Macri, en el balotaje de 2003, el líder del Frente Progresista Popular
admite que una parte del electorado le pasa factura por la tragedia de
Cromañón: “Es un tema en el que yo siempre voy a estar porque ocurrió durante
mi Gobierno”, sostuvo.
Los siguientes son los principales pasajes de la entrevista:
-Después del cierre de listas del Frente Para la Victoria,
¿se te puede definir como un kirchnerista rebelde?
-Es una cosa que se dijo. Igual, en la vida y en la política
prefiero ser díscolo y rebelde y no obediente y sumiso. No se trata en este
caso, estamos dentro del espacio, en las PASO del Frente Para la Victoria y son
para competir. Si vamos con únicos candidatos, estamos desaprovechando una
herramienta. Tal vez haya algunos que tienen un esquema de criterio de
encerrarse en sí mismos, de tener la seguridad de que son tales los
legisladores que van a salir y no otros.
-¿Con las autoridades también sos díscolo y rebelde? Entendiendo
autoridades como la Casa Rosada.
-No se define por un tema de obediencia. No voy a discutir
quién interpreta mejor o quién tiene mejor puesta la camiseta del Frente para
la Victoria. Hay que discutir qué vamos a hacer, nuestras propuestas. Si discutimos
‘yo soy el mejor intérprete del Gobierno nacional’, no le hacemos un favor al
Gobierno. No quiero dar testimonio solamente, quiero ganar: haciendo la mejor
elección estamos aportando a las de octubre.
-En las PASO uno de tus contrincantes será Mariano Recalde.
¿Ves maduros a los dirigentes de La Cámpora para disputar electoralmente cargos
ejecutivos?
-No es necesario... En la experiencia, tenemos gente que
tenía montones de pergaminos y ha hecho gobiernos desastrosos, así como otros
que tenían pocos pergaminos en términos de gestión y han hecho gobiernos
excelentes. Es necesario tener voluntad, conocimiento y honestidad. (La
Cámpora) es un espacio de militancia y participación en el Gobierno que se
presenta frente al voto de la sociedad y eso es lo que vale. La gente será la
que defina si están o no capacitados.
-¿Te preocupa que la llegada de Recalde a Cristina pueda
inclinar la balanza a su favor?
-Hay diversas opciones y la gente elige entre las que tiene.
Algunos elegirán esa opción, otros otra. Para eso estamos en las PASO. El 26 a
la noche voy a poder decir qué eligió la gente. Mientras tanto competimos
dentro de un mismo espacio.
-El Frente Para la Victoria tendrá las primarias más
amplias. ¿Se va a cumplir el precepto peronista: “el que gana conduce, el que
pierde acompaña”?
-Por supuesto. Sería de mal jugador decir “no participo si
yo no gano”.No sé si es una regla exclusiva del peronismo, pero sí del sentido
común y de la honestidad política.
-¿Considerás que el electorado te pasa factura por la tragedia
de Cromañón?
- Alguna parte sí, otra no. Cuando se produjo la
destitución, había varias encuestas, ninguna hecha por mí, en la que entre el
60 y 70 por ciento de la gente rechazaba la destitución. Incluso era gente que
no me había votado y nunca me iba a votar, pero que querían que terminara mi
mandato.
-¿Es un estigma del que no vas a poder escapar?
-No sé si es un estigma. Si fuera estigma, sería la mayoría
de la sociedad. Sí es un tema en el que siempre voy a estar porque ocurrió
durante mi Gobierno. No le voy a escapar a ese tema: nunca lo hice, ni lo voy a
hacer. Está bien que lo hablemos, que lo discutamos y reflexionemos sobre eso.
-Para llegar a la Jefatura de Gobierno el kirchnerismo
tendrá que desbancar al PRO, que se asentó en la Ciudad. ¿Cómo ves ese
escenario?
-El macrismo se instaló en la Ciudad. Tuvo un lugar no sólo
de protección mediática, sino que con la confrontación con el Gobierno nacional
creció. Pero, yo le gané al macrismo y con un Macri presidente de Boca, empresario,
con la Copa Libertadores. Le voy a volver a ganar: voy a ganar las PASO, vamos
a entrar al balotaje y después le vamos a ganar. ¿Es sencillo? De ninguna
manera. Hoy en las PASO yo no cuento con los recursos, con las estructura. No
importa, prefiero arrancar con la épica del esfuerzo, de la convicción, de la
militancia que contar con todo y con un camino fácil.
-¿Contra quién ves el balotaje?
-El que salga del PRO. No me interesa quién sea, será el que
decida la gente.
-¿Qué opinión tenés de la gestión de Macri?
-Endeudó a la Ciudad. Yo no emití un sólo bono por un sólo
dólar, y eso que pasé la crisis del 2001. Al estar separadas las elecciones hay
un escenario para poder discutir sobre el rol de la educación, políticas de
vivienda. En un año, en 2005, construí más viviendas que en los ocho de este
Gobierno. Vamos a discutir sobre seguridad: la Policía Metropolitana está bien,
pero no estoy de acuerdo cómo se la utilizó en situaciones de represión y que
se la utilice para competir con el Gobierno nacional.
-Y, en caso de ganar y volver a ser jefe de Gobierno, ¿qué
políticas continuarías?
-No me conformo con el Metrobus, con una Policía
Metropolitana limitada, con hacer un kilómetro de subte cuando se podría haber
hecho más, por los recursos que tuvo esta Ciudad. A pesar de eso se endeudó,
aumentó los impuestos en forma permanente y no hizo obras trascendentales. La
más importante, la del Maldonado, la encontraron lista para arrancar. La Usina
del Arte. Todo esto es un proceso y en esto tuvimos mucho que ver nosotros.
Fuente: Agencia Noticias Argentinas, domingo 15 de marzo de 2015
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