En su discurso, el jefe de Gobierno porteño hizo un repaso de las medidas desarrolladas por su gestión, mencionó los desafíos y alusiones políticas con tinte electoral de cara a las elecciones presidenciales de octubre: “Estamos listos para nuevos y más grandes desafíos”, aseguró.
El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, inauguró ayer por
última vez como mandatario local el período de sesiones ordinarias de la
Legislatura con un discurso breve en el que hizo un repaso de sus años al
frente de la Ciudad, y que consideró haber cumplido con las metas de gestión,
pero que a la vez tuvo una marcada proyección nacional al declararse “listo”
para afrontar “nuevos y más grandes desafíos”, con el foco puesto en la Casa
Rosada, de cara a las elecciones presidenciales de octubre.
Fiel a su estilo, el discurso de Macri fue breve, ya que
rozó los 30 minutos. Pero este año el contenido de sus palabras fue de claro
tono de campaña. “Les pido a todos en este año electoral, sin importar el
partido, que no bajemos los brazos, que sigamos trabajando y demos el ejemplo
de que aquí tenemos una democracia viva y que cree. Estamos terminando una
etapa con mucha paz y tranquilidad, y estamos listos para nuevos desafíos, para
nuevos y más grandes desafíos”, señaló el alcalde mirando a los legisladores.
El jefe de Gobierno, que transita sus últimos meses al
frente del Ejecutivo porteño ya que no puede ser reelecto por encontrarse en su
segundo mandato, con el traje de precandidato presidencial se comprometió a
trabajar en base al “diálogo” y “humildad”, e instó a los argentinos a
“transitar juntos un mismo camino para que los hijos de nuestros hijos
recuerden una generación que está más allá de enfrentamientos inútiles”.
“Confío en cada uno de los argentinos y sé que los
argentinos somos capaces de hacer cuando trabajamos juntos, pongámonos a
construir la Argentina que nos merecemos. El futuro que queremos no es algo que
vamos a heredar. Hay que conquistarlo. Hay que construirlo”, dijo el líder del
PRO, en un mensaje con tinte electoral.
Macri estuvo en el estrado junto a la vicejefa de Gobierno
porteño, María Eugenia Vidal, y el vicepresidente primero de la Legislatura,
Cristian Ritondo, del PRO, que es precandidato por la sucesión en la Ciudad
junto al jefe de Gabinete local, Horacio Rodríguez Larreta, y los senadores
nacionales Gabriela Michetti y Diego Santilli.
En los primeros minutos de su discurso, agradeció por los
ocho años de mandato a sus funcionarios, miembros de la Legislatura y a los
vecinos por “darme la oportunidad de gobernar estos años”.
“Un buen proyecto con los mejores expertos no sirve de nada
si no podemos escuchar lo que dicen los vecinos. Un gobierno que no está atento
a lo que opinan los demás mal puede querer representar. Cuando cerramos el oído
también cerramos el corazón. ¿Y qué sería de la democracia, de la política, si
sólo gobernamos según lo que pensamos o creemos. Por eso otro gran aprendizaje
de todos estos años es el valor de la humildad”, expresó Macri, cuyas palabras
pueden tomarse en cierta alusión al Gobierno Nacional.
En ese sentido, añadió: “Gestionando hemos tenido grandes
aciertos, pero también nos hemos equivocado. Y humildad es reconocer los
errores y tener el coraje de corregirlos. Eso es lo que nos hace crecer como
equipo y como sociedad. Estamos abiertos a los aportes y las sugerencias
constructivas, vengan de donde vengan, porque no nos sentimos dueños de la
verdad”.
Asimismo, Macri, que fue elegido jefe de Gobierno en 2007 y
reelegido en 2011, cuestionó a quienes “juegan a ser infalibles, porque eso es
vivir en un mundo irreal, de mentira”, al tiempo que aseveró que “gobernar es
decir la verdad” y que “no hay ideología más fuerte que poner al Estado cerca
de la gente”.
“Este es un año muy importante para la democracia, para el
país y para todos los argentinos. Porque hay un ciclo que está terminando y
otro por comenzar. Por eso, sin importar quien gane las elecciones, tenemos que
entender de una vez por todas que el Estado tiene que estar al servicio de la
gente y no al de los intereses de la política”, sostuvo el intendente en
referencia al recambio presidencial por la sucesión de Cristina Kirchner, cuyo
mandato finaliza el 10 de diciembre.
El mandatario porteño aseveró que logró cumplir “la mayoría
de las metas y objetivos propuestos” para la Ciudad y anunció que dejará un
plan estratégico para obras clave hasta 2030, para que pueda ser implementado
por la próxima gestión.
Macri destacó la importancia de la “escuela pública” y valoró
el “sistema de Metrobús”, que es usado por 600 mil personas a diario y del que
“muchos pensaban que era un disparate, pero ha revolucionado el sistema de
transporte en la Ciudad de Buenos Aires y es fuente de inspiración para otras
ciudades” del país.
Además, precisó que durante su gestión se “multiplicó por
ocho la cantidad de ciclistas” en la Ciudad, con 120 mil cada día, a partir del
plan Ecobici y resaltó “la megaobra del (Arroyo) Maldonado” que benefició a
“350 mil personas” que “ya no se angustian cuando llueve”.
En lo que respecta a materia social y vivienda, dijo que dos
mil familias accedieron a créditos y que “200 empresas ya se radicaron en el
distrito tecnológico de Parque Patricios, un barrio abandonado, de donde la
gente se quiere ir”.
Y afirmó que “ya empezó la mudanza al nuevo edificio de
gobierno en Parque de los Patricios. En breve nos mudaremos todos nosotros.
Creo que este nuevo edificio es un antes y un después en la historia de Buenos
Aires”.
También hizo referencia a la “transformación en barrio de la
Villa 19”, conocida como barrio INTA, en Villa Lugano, a la “reapertura del
Teatro Colón” y la incorporación de nuevos agentes a la Policía Metropolitana,
que actualmente tiene un cuerpo de 5.500 efectivos.
Entre los “desafíos” de gestión, mencionó la necesidad de
“profundizar la integración de la Ciudad en el Área Metropolitana”, y agregó al
respecto “no puede ser que en más de siete años” no se haya podido “concretar
un solo proyecto en ese sentido”.
“Más allá del partido al que pertenezcamos, todos deberíamos
llevar una camiseta que diga lo mismo: que los argentinos puedan vivir mejor,
todos los argentinos. Todos queremos un futuro mejor, pero a ese futuro no lo
vamos a heredar. Hay que conquistarlo, construirlo, se basa en la suma de
nuestras potencialidades, que tenemos cada uno de nosotros, vivamos en el lugar
del país que vivamos”, dijo Macri en un tramo de su discurso que leía
atentamente, aunque su mirada está puesta en Casa Rosada.
Nota con despachos de agencias Noticias Argentinas y Télam
Nota vinculada:
No hay comentarios:
Publicar un comentario