Un legislador del PRO presentó un proyecto que impulsa la prohibición en los espacios verdes públicos de la Ciudad. Argumenta “la protección del aire libre del humo de tabaco”. Hace unos meses, una encuesta reveló que ocho de cada diez porteños estarían de acuerdo en que se implemente una medida en ese sentido cerca de las áreas de juegos infantiles.
Con el argumento de “proteger “el aire libre de humo de
tabaco” y “mejorar la calidad de vida y hábitos saludables de las personas”, el
legislador del PRO Helio Rebot presentó un proyecto de ley que despertará polémica: impulsa
la prohibición de fumar en plazas y parques de la Ciudad de Buenos Aires.
La iniciativa, que es acompañada por al menos cuatro ediles
del oficialismo porteño, tiene como objetivo “la protección del aire libre de
humo de tabaco en áreas verdes, utilizadas para la práctica recreativa y
esparcimiento”, por lo que prohíbe el consumo de cigarrillos en las plazas y
parques públicos.
No obstante, señala que la norma –de aprobarse- “se
implementará de manera paulatina, comenzando por un parque en particular y
dejando en manos del Poder Ejecutivo su progresiva extensión”.
“Liberar a los parques de la Ciudad de los nocivos efectos
del tabaco es dar un paso más en la prevención y concientización de los
problemas que acarrea ese hábito tan nocivo”, planteó Rebot en los fundamentos
del proyecto.
Y añadió: “La prohibición de fumar en los parques públicos
cumple además una importante función social de protección, para evitar que los
jóvenes que frecuentan esos lugares piensen que fumar es una conducta
socialmente aceptable”.
La iniciativa se conoce tiempo después de que se conociera
una encuesta realizada por el Centro para la Investigación de Enfermedades No
Transmitibles, Asociación Civil (CIENTA), entre abril y mayo pasado, que reveló
que ocho de cada diez porteños estarían de acuerdo en que se implemente la
prohibición de fumar en espacios verdes, a menos de ocho metros de las áreas de
juegos infantiles. Ese sondeo tuvo como fin “describir el grado de acuerdo de
la población con la prohibición de fumar en parques y plazas e identificar cuáles
son los principales argumentos para acordar o disentir con esa idea”, expresó a
poco de difundido el estudio la Directora del Proyecto Buenos Aires Ciudad
Libre de Humo, Marta Angueira.
Por su parte, el director de Control de Tabaco de la Unión
Internacional contra la Tuberculosis y las Enfermedades Respiratorias, Ehsan
Latif, en su paso por Buenos Aires hace unos meses, fue tajante: “Se considera
que fumar en un espacio abierto no produce daño para la salud de los no
tabaquistas, basado en la falsa creencia de que el humo emanado se mezcla con
el aire del ambiente. Pero numerosas investigaciones afirman que no hay un
umbral seguro de exposición al humo de tabaco ambiental”.
Ya un artículo del año 2000 de la revista Tobacco Control
daba cuenta de los efectos negativos del humo del tabaco. “Exposiciones
infrecuentes e incluso en bajas concentraciones pueden causar afectación del
aparato cardiovascular, así como exacerbaciones asmáticas en personas
susceptibles”.
La Ciudad de Buenos Aires fue una de las primeras en implementar
restricciones al tabaquismo. La ley antitabaco fue sancionada en 2005, y endurecida
en 2010, al directamente prohibir los salones para fumadores en bares,
restaurantes y salones de fiestas. Incluso hay una ley nacional, aprobada por
el Congreso en 2011. A pesar de ambas normas, en muchos bingos y boliches no se
respeta.
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