Se trata de 18 kilómetros de túnel, entre Caballito y
Castelar, en los que habrá ocho estaciones subterráneas. Así, se eliminarán los
pasos a nivel con barreras en la Ciudad y el oeste del GBA, se aliviará el tránsito
vehicular en las zonas aledañas a las vías y habrá mayor frecuencia de trenes. Prevén
concluir la obra en cinco años.

Hace diez años, el entonces presidente Néstor Kirchner
anunciaba las obras del soterramiento del ferrocarril Sarmiento, una obra de
gran magnitud y de importancia para la Ciudad y la zona oeste del Conurbano, ya
que tiende a mejorar la conectividad al reducir los tiempos de viaje y eliminar
los pasos a nivel. Pero la inmensa máquina que construye el túnel, que estuvo
parada desde 2012, recién entró en funcionamiento ayer, luego de que la actual
administración la pusiera en marcha en un acto que encabezó el actual
mandatario, Mauricio Macri, en el obrador ubicado en la localidad bonaerense de
Haedo.
El acto fue breve: el jefe de Estado fue hasta el obrador,
pulsó una alarma para dar comienzo al trabajo de la tuneladora, hizo un
recorrido en el lugar y observó cómo se iniciaban los trabajos de excavación.
Estuvo acompañado por la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal; el jefe
de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; y el ministro de Transporte de
la Nación, Guillermo Dietrich, entre otros funcionarios e intendentes del
Conurbano.
“Se acabó el cuento de la buena pipa. Ahora empezó de verdad”,
dijo Macri sobre el inicio de las obras en breves declaraciones emitidas por la
red social Snapchat.
Vidal también usó Snapchat para comentar que “después de
muchos años, finalmente empieza la obra del soterramiento del Sarmiento”. Y
anadió: “Estamos contentos de acompañar al Presidente en el inicio de esta obra”.
En ese sentido, el ministro Dietrich remarcó que “siete veces el kirchnerismo
anunció la obra, pero recién ahora la tuneladora comenzó a funcionar”. Es que
había sido anunciada en siete ocasiones pero nunca se había concretado ni
siquiera el inicio de los trabajos.
Por su parte, Rodríguez Larreta aseveró que “esta es una
obra fantástica para la Ciudad” y destacó que el Presidente “cumplió una vez más”
con lo prometido.
El soterramiento del Sarmiento es una obra clave para la Capital
y la zona oeste del Conurbano. El primer anuncio fue realizado hace diez años,
y desde sufrió nuevos anuncios y postergaciones. Y hace cuatro años se instaló
la máquina para hacer el túnel, pero no había avanzado ya que faltaba la
colocación de las dovelas, las piezas de cemento para la activación de la obra,
de acuerdo a lo precisado desde Casa Rosada.
“Se trata de 18 kilómetros de túnel entre Caballito y
Castelar y ocho estaciones subterráneas que eliminarán los cruces a nivel y
mejorarán el tránsito y el entorno urbano por donde hoy pasan las vías”, explicó
el titular de Transporte.
Se prevé que las obras beneficiarán a doscientos mil
pasajeros que utilizan esta línea de ferrocarril a diario. Dietrich aseguró que
una vez que el Sarmiento circule bajo tierra va a mejorar la calidad del
servicio: se reducirán en un 20 por ciento los tiempos de viaje –hoy entre
Castelar y Once se tardan unos 50 minutos, que pasarán a ser 35, según
precisaron desde Transporte- y se mejorará la frecuencia del servicio, ya que
se acortará de 10 minutos a 3 el tiempo de espera entre un tren y otro.
Y se ampliará la capacidad de transporte de esta línea del
ferrocarril en un 70 por ciento, para que puedan viajar unas 350 mil personas.
Además, la operación de los trenes va a ser más segura y se
van a evitar todas las demoras y congestión vehicular en los pasos a nivel y
zonas aledañas a las vías: se van a eliminar 49 pasos a nivel por los que circulan
en promedio unos 20 mil vehículos al
año.
El Gobierno Nacional señaló que “la inversión estimada, si
bien todavía está sujeta a revisión, es de aproximadamente tres mil millones de
dólares y el plazo de ejecución rondará alrededor de los cinco años”.
La obra estará a cargo de una Unión Transitoria de Empresas (UTE)
conformada por la española Comsa, la brasileña Odebrecht (una de las compañías
involucradas en los casos de corrupción de Brasil), la italiana Ghella y la
argentina Iecsa, cuyo dueño es Angelo Calcaterra, primo del presidente Macri.
Esta puesta en marcha tendrá un impacto económico porque “generará
alrededor de 10 mil puestos de trabajo, entre los dos mil directos vinculados a
la construcción y los ocho mil indirectos asociados a la provisión de servicios
y materiales”.
La máquina tuneladora tiene 125 metros de largo y efectuará
la excavación en el trayecto que va desde Haedo hasta Caballito, en la Ciudad
de Buenos Aires, y al mismo tiempo instala su revestimiento definitivo. Tardará
entre 30 y 45 días para abrir por completo el túnel y una vez que ingrese, recién
dejará de estar visible desde la superficie. Y se estima que avanzará alrededor
de 400 metros por mes.
El soterramiento no afectará el servicio de trenes ni el
tránsito en la zona. Y desde Nación aseguran que su marcha será imperceptible
en la superficie porque no genera ruidos ni vibraciones. En tanto que en el
tramo que va de Haedo en dirección a Castelar, el otro tramo comprendido por el
soterramiento, las obras se realizarán con retroexcavadoras y maquinaria
convencional.
El proyecto completo prevé la construcción de 15 pasos a
distinto nivel entre Castelar y Moreno y nuevos pasos sobre nivel entre Once y
Caballito.
Por otra parte, que el tren circule bajo tierra permitirá
liberar más de un millón de metros cuadrados en la superficie, que serán
convertidos en un pulmón verde para el uso público a lo largo de 16 kilómetros.
Nota con despacho de agencias Noticias Argentinas y Télam
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